Recién llegó a Colombia tuvo un accidente de tibia y peroné y duró un año y medio sin poder caminar bien, además se le hizo difícil ejercer su profesión; fue muy complicado mantener su familia, fueron días difíciles para el hogar. Nos Dice: “gracias a Dios tengo una esposa con quien nos colaboramos mucho. Actualmente trabajamos sacando arena del río y luchamos por conseguir lo del diario vivir; a veces salen otros trabajitos como cargar escombros o reciclar: fácil no es, pero Dios mete su mano y estamos luchándola juntos”.

“Cuando llegamos de Venezuela nuestros niños venían bajitos de peso y sin ningún tipo de control médico; un día una amiga nos avisa que los de ADRA están brindando ayudas y atendiendo en salud y decidí ir con mis hijos. Nos realizaron la inscripción, nos dieron el carné de identificación como beneficiarios y fuimos atendidos de inmediato; fue una bendición conocerlos, nos han ayudado mucho con la atención en medicina. Las consultas han sido una ayuda muy grande y han estado en los momentos en los que más hemos necesitado apoyo. Poder tener salud en este país es muy complicado pues muchas veces piden documentos y papeles que no tenemos”

Jackson, su esposa y sus hijos son beneficiarios de los servicios de salud brindados en el proyecto SASVEN, que se implementa con el apoyo de ADRA Internacional.

Concluyen su relato con una amplia sonrisa en sus rostros: “cuando vemos llegar la unidad móvil de ADRA al barrio se ha vuelto una alegría para mi familia pues sabemos que es la única oportunidad que nuestros niños puedan ser revisados por un médico, llegan con humildad, ganas de ayudar y nos reciben con todo su amor y cariño; reciben a nuestros niños y nos atienden a todos con medicinas y salud”; “no me queda más que agradecerle a ADRA por su buen corazón y su buena atención, gracias a Dios conocimos a ADRA” .